El ataque al centro comercial Westgate en la capital de Kenia, así como la retención de rehenes durante varios días ¿ha marcado el paso de una sección de Al-Shabaab a las grandes ligas de la red de Al-Qaeda?
De una parte solamente, porque los enfrentamientos al interior de la organización han dado lugar a su división en: una sección comprometida con la resistencia y la agenda somalí, dirigida por el líder espiritual Sheij Hassan Dir Aweys, y la sección dirigida por Ahmed al-Godane (Abu Zubeyr), quien ha salido triunfante en las luchas intestinas.
Las organizaciones yihadistas y/o terroristas también se conducen siguiendo la publicidad y los medios: la fama que estos ataques (que dejaron unas 7 decenas de muertos) le darán a esta sección de Al-Shabaab mayor reconocimiento entre los movimientos yihadistas, coinciden expertos como Noman Benotman o Leah Farral, A. Sheikh o R. Lough (lean a estos últimos en Mail & Guardian, Sudáfrica).
Esto nos indica que hay dos esferas de acción, concepción y respuesta de (a) los movimientos islamistas y, específicamente, los movimientos llamados yihadistas (que declaran abiertamente como su misión principal el ‘defender al Islam y musulmanes’ de ataques del exterior por todos los medios).
Por un lado, está el escenario internacional que envuelve a organizaciones frecuentemente relacionadas con Al-Qaida y cuyos miembros no son de una sola nacionalidad. En el caso de Al-Shabaab hay declaraciones sobre la participación de estadounidenses, somalíes y británicos en los ataques al centro comercial.
La respuesta o combate a estas organizaciones también es internacional, como lo muestra la Guerra Global contra el Terrorismo y otras acciones de cooperación bilateral. En un círculo vicioso, esta ‘cooperación intergubernamental’ es una de las pruebas de los movimientos yihadistas sobre un complot anti-musulmán (en Kenia abundan los rumores sobre la participación de Israel en la operación keniana en el centro comercial).
Mapa- Kenia y sur de Somalia. Google Maps
Por otro lado, están los escenarios internos, que responden a las agendas locales (somalí, en este caso), pero que nunca están aisladas del ámbito internacional. Al-Shabaab presenta como ‘causal‘ del ataque la invasión de Kenia a Somalia, en 2011, y la presencia de tropas extranjeras en el país.
La ONU y la Unión Africana (UA), a su vez, presentan el atentado contra el centro comercial como una indicación de la capacidad y peligrosidad de Al-Shabaab y, por tanto, de la necesidad de una mayor cooperación internacional con su misión en Somalia (Amisom, cuyas necesidades en equipo son urgentes).
En el caso de Somalia ambos escenarios han tenido una relación muy fuerte y frecuentemente contraproducente:
La comunidad internacional (léase Gran Bretaña, EEUU y aliados) no aceptó la solución somalí a su guerra civil, con el gobierno de las Cortes Islámicas que expulsaba de la capital al Gobierno de Transición impuesto desde el exterior.
El combate contra el gobierno de las Cortes Islámicas dio lugar al nacimiento de una sección somalí radicalizada y combativa: Al-Shabaab. Con el paso de los años, muchos miembros de las Cortes Islámicas se han ido integrando al ‘nuevo’ gobierno de transición avalado internacionalmente, lo que hizo posible las elecciones (indirectas) del año pasado y el nuevo gobierno de Hassan Sheij Mohamud.
El riesgo que se corre con el atentado en Kenia es dejarse llevar solamente por la agenda de internacionalización de al-Shabaab y perder de vista los retos que continúan presentándose al interior de Somalia: la continua presencia de tropas extranjeras que deberían evitar importunar en demasía a la población civil; la necesidad de permitir la implementación de soluciones locales, sobre todo cuando los ‘somalíes’ impuestos desde exterior no tienen legitimidad al interior (los actos de corrupción del anterior gobierno de transición eran bien conocidos).
En resumen, es necesario reconocer distinguir las exigencias y necesidades somalíes y no desecharlas sólo con el pretexto de la presencia de Al-Shabab y sus vínculos con la red de Al-Qaeda.

Mapa del avance internacional contra Al-Shabaab, mayo-junio de 2013. Imagen de Political Geography Now
Se verá también, si en los próximos meses la población somalí es capaz de distinguir entre el combate a una organización particular (que requerirá la continuación de presencia extranjera) y su proceso de transición política que necesita continuar la negociación e inclusión de todos los sectores somalíes.
Kuyua Kula Mmoya: Observatorio África y Medio Oriente
Source Article from http://kuyuaafmo.wordpress.com/2013/09/25/division-e-internacionalizacion-de-un-movimiento-islamista-ataque-de-al-shabaab-en-kenia/